Dónde comer en Vizcaya

Las croquetas se han convertido en todo un clásico de nuestro país. Un suculento manjar que nunca puede faltar cuando nos vamos de tapas. Y para muchos, es el mejor entrante que podemos encontrar en nuestra mesa. Con forma redondeada, cuerpo de delicada bechamel y cobertura crujiente. Además de cualquier relleno que puedas imaginar, como jamón, pollo o morcilla. ¿Quieres saber más? En la entrada de hoy vamos a hablar de la historia de las croquetas. Mencionaremos algunas de sus curiosidades. Y el mejor lugar donde puedes probar la receta tradicional con un toque único y diferente.

Breve historia de las croquetas

Hace unas décadas las croquetas eran sobre todo una receta de aprovechamiento. Es decir, que se usaban los restos del cocido y otros platos para prepararlas. Sin embargo, de un tiempo para acá su popularidad ha aumentado exponencialmente. Podemos encontrar locales que sirven este manjar en exclusiva, así como infinitas formas, colores, tamaños e ingredientes para elegir. ¿Pero de dónde surgieron las croquetas? Pues de nuestra vecina Francia.

Las croquetas y Francia

En territorio galo tenemos la palabra croquer o croquette, que hace referencia al sonido de morder algo crujiente. Este es el origen del vocablo croqueta. En cuanto a la receta, primero tenemos que hablar de la bechamel. Apareció a mediados del siglo XVII gracias a François Pierre, un cocinero que trabajaban para el Marqués Louis de Béchamel. Aunque algunos autores afirman que se basó en una preparación italiana, que se conocía en la Florencia de los Medici desde hace un siglo.

Sea como sea, la primera referencia escrita de esta salsa está recogida en Le Cuisinier François (1651). Considerado como uno de los primeros libros de cocina moderna. Vale, ¡ya tenemos el corazón de nuestra receta! Por aquel entonces, la bechamel era una salsa de nobles y burgueses. Así que el nacimiento de la croqueta no fue para menos y comienzan a ser habituales en la mesa de Luis XIV, el Rey Sol.

Pero alcanzan su máximo nivel a principios del XIX. Antonin Carême es uno de los cocineros más famosos de toda la historia. Autor de los protocolos y también de las Croquettes à la Royale. Un manjar que servía en la corte del Archiduque Nicolai de Rusia. Relleno de trufas y con una suave y delicada salsa bechamel.

Las croquetas en la península ibérica

Y es así como las croquetas llegan hasta la península ibérica. El primer libro donde se mencionan es la publicación malagueña de 1867 “El cocinero español y la perfecta cocinera”. Un manual para que la señora de la casa aprendiera platos de otras partes del mundo. Y unas décadas después nos llega La cocina española antigua (1913), de Emilia Pardo Bazán. Que también incluye la receta de las bolitas de bechamel.

Las croquetas hoy en día

En la actualidad, las croquetas son famosas en todo el mundo. Desde Japón hasta tierras alemanas. En Ámsterdam se las llama kroketten y se pueden encontrar hasta en las máquinas expendedoras. En China las nánguā bǐng se rellenan con calabaza y tienen un sabor dulce. Mientras que en Brasil reciben el nombre de salgados y son habituales en todos los mercados.

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