En la entrada de hoy vamos a hablar de un interesante proyecto llevado a cabo por Newco, que es la Sociedad para la Transmisión de Tecnología de la Patata, que colabora con el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario. Se trata de una iniciativa para producir patatas sembradas en el aire, es decir, que no necesitan tierra para crecer.

Cultivos aeropónicos

Todo esto es posible gracias a los últimos avances en cultivos aeropónicos, una técnica que además de su espectacularidad permite un importante crecimiento de la productividad debido a que en cada planta se pueden obtener hasta veinte tubérculos, mientras que con los métodos tradicionales no se llegan a más de tres o cuatro.

Entre las ventajas de los sistemas aeropónicos podemos destacar que evitan en buena medida la presencia de enfermedades, ya que éstas suelen originarse en los elementos que se encuentran en el suelo. Y por último y no menos importante, este método de cultivo necesita menos agua y fertilizantes, por lo que se produce un gran ahorro para los bolsillos de los productores y consumidores.

Se trata de la primera iniciativa a gran escala que se lleva a cabo en nuestro país y que nos va a permitir disfrutar de toda una generación de patatas de exquisito sabor y preciadas características.

¿En qué se basa el cultivo aeropónico?

Para la primera generación de patatas se usa un sistema de cultivo que se desarrolla por completo en invernaderos. Lo más importante en este paso es que las raíces de la planta se encuentren en todo momento en el aire y en condiciones de oscuridad absoluta, solo así se garantiza que la planta crezca y se desarrolle por completo.

Para ayudar al crecimiento tanto de la planta como de los tubérculos se aplican una serie de nutrientes directamente en las raíces. Es lo que se conoce como sistema de nebulización, un proceso mediante el cual estos elementos son pulverizados de manera periódica.

El futuro está en el aire

Que los tubérculos crezcan por encima de la tierra permite que las raíces se aireen convenientemente y no queden afectados por las enfermedades que se encuentran en la tierra, aumentando considerablemente su producción y en un futuro, cuando estén más extendidas, podrían incluso ser más baratas que las patatas convencionales.

Antes hablamos de que este método emplea menos agua y nutrientes, pero es que además la aeroponía nos permite añadir la cantidad exacta de ambos elementos en las distintas fases de desarrollo de la planta, consiguiendo por tanto una producción mucho más sostenible y amigable con el medio ambiente.

El sabor es el que gana

Estamos hablando de unas patatas con un sabor excelente, increíble textura y calidad. Libres de fertilizantes y otros productos químicos que influyen en el gusto de los alimentos y los hacen menos saludables. Y prácticamente sin enfermedades, con una producción espectacular y unas condiciones de cultivo que son muy favorables para nuestro entorno. Por todo ello, no es de extrañar que de aquí a un tiempo las veamos apareciendo en el mercado.