Bonito marinado en alga Nori, tomate de Urdaibai y matices de arbequina

El aceite de oliva arbequina se caracteriza por ser uno de los más suaves que existen en la actualidad, por lo que no deja en nuestro paladar ese regusto amargo o picante que tienen otras variedades. ¿Quieres descubrir todas las posibilidades que nos brinda en la cocina? Pues entonces te recomendamos que no te pierdas nuestra entrada de hoy. ¡Empezamos!

 

¿Qué es la arbequina?

La arbequina un tipo de aceituna muy pequeña pero con una enorme capacidad de extracción, por lo que su rendimiento es excelente. Debido a su tamaño debe recogerse a mano sin ayuda de máquinas, pero el esfuerzo merece la pena, ya que estamos ante un aceite de oliva neutro con aromas afrutados que evocan la manzana o la almendra. Algo que contrasta en gran medida con el picual o el hojiblanca, variedades con mucha más presencia.

En su primera etapa las olivas tienen un color entre verde y amarillo, que cambia al negro intenso cuando alcanzan la maduración. Se trata de una especia típica de las localidades de Lleida y Tarragona, aunque en los últimos tiempos su cultivo se ha popularizado en zonas de Andalucía o Castilla La Mancha.

 

Origen de la arbequina

La arbequina es un tipo de oliva originario de Palestina, que fue introducido en la península ibérica a mediados del siglo XVIII. El encargado de la operación comercial fue el XI Duque de Medinaceli, que tenía su residencia en el castillo de Arbeca, municipio catalán del que procede el nombre de esta aceituna.

 

Propiedades para la salud

El aceite de oliva posee enormes beneficios para la salud, pero al igual que el resto de las grasas saturadas siempre debe tomarse con moderación. Destaca por su alto porcentaje de ácido oleico, una sustancia esencial para el organismo que ayuda a controlar los niveles de colesterol, disminuye la presión y previene las enfermedades cardiovasculares

También facilita los procesos digestivos y nos protege eficazmente de los problemas gastrointestinales. Es un excelente laxante, mejora la absorción de los nutrientes y limita la pérdida de calcio en edades avanzadas. Por todo ello, el aceite de oliva de arbequina está indicado especialmente para pacientes con diabetes o niños en fase de crecimiento y nunca debe faltar en una dieta equilibrada.

 

Usos gastronómicos de la arbequina

Como hemos comentado, la arbequina tiene un sabor muy suave y poco intrusivo, por lo que es perfecto para elaborar una amplia variedad de recetas en las que el aceite no robe el protagonismo al resto de ingredientes. Además, tiene un ligero toque dulzón, por lo que es muy habitual en el mundo de la repostería, de hecho, en Arbeca se prepara en la actualidad un dulce de arbequina con chocolate.

Pero también es perfecta para confeccionar mayonesas o vinagretas, así como recetas tradicionales como el salmorejo cordobés o las cremas de verduras. ¿Quieres descubrir su auténtico sabor? Nada mejor que darte un capricho con este Bonito marinado en alga Nori, tomate de Urdaibai y matices de arbequina, que está disponible en el menú Txindoki. ¿Dónde? En Boroa, un restaurante situado en un caserío del siglo XV totalmente restaurando que combina las cocina de siempre con las últimas tendencias gastronómicas. ¡No te arrepentirás!

Bonito marinado en alga Nori, tomate de Urdaibai y matices de arbequina